No hay nada que esperemos con más ansias que el poder estar en la playa durante el verano. Sin embargo, si ya tenemos bebés de entre 1 y 2 años que ya gatean o caminan pero que aún no miden los peligros puede resultarnos un poco preocupante.
Si tomamos las medidas de seguridad necesarias puede ser que todo sea más fácil y divertido para todos:
- Nunca dejes a tus hijos solos en la arena por lo que puedan meterse a la boca.
- Si hay piscina, lo mejor es colocar una cerquita que ellos no puedan pasar a menos que sea con un adulto.
- En la piscina utiliza flotis, llantita inflable o algo que le dé cierta libertad pero al mismo tiempo la seguridad de no hundirse. El que tome clases de natación no significa que no tenga que tener supervisión.
- Supervisa siempre que esté en el agua, ya sea piscina o mar.
- Al subirlo a lanchas, motos acuáticas o cualquier otra embarcación, utiliza siempre chalecos salvavidas en los niños y verifica que haya para todos los tripulantes.
- A los niños, de preferencia, colócales zapatitos antiderrapantes. Si ya para ellos no es fácil mantener el equilibrio, en una lancha y mojada, mucho menos.
- No los expongas en las horas fuertes del sol.
- Ponles bloqueador (verifica cuanto tiempo antes de mojarlo lo tienes que poner y cada cuanto tiempo aplicarlo de nuevo), playeras con filtro UV y sombreros. Recuerda que su piel aún es muy sensible.
- Procura vestirlos con ropa fresca y de algodón y mantenlos siempre bien hidratados.
- Y siempre, siempre, que esté un adulto pendiente de ellos. Los accidentes no son exclusivos de la playa.
Ahora sí, ¡a disfrutar de unas excelentes vacaciones!
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